miércoles, 19 de noviembre de 2014

La distribución de la energía eléctrica debe pasar a la Ciudad de Buenos Aires

La distribución de la energía eléctrica debe pasar a la Ciudad de Buenos Aires

enero 2, 2014
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Juan Jose Guaresti (nieto)
Los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires están padeciendo una gravísima crisis energética derivada de la incompetencia y corrupción de las autoridades nacionales que en la supuesta “década ganada” no han realizado ni tomaron medida alguna para evitar los sufrimientos y las pérdidas materiales que venimos experimentando quienes vivimos en la “Reina” del Plata. Desde luego que todo el país está padeciendo la ausencia de un gobierno ilustrado y responsable en esta y en otras materias y urge que se cubra el claro de autoridad y liderazgo que se advierte por doquier, pero dado que moramos en esta urbe, séanos permitido brindar una solución de alcance local. Esto no implica que en este trabajo no hagamos una referencia cuidadosa de la catastrófica situación energética nacional porque el hecho de ser porteños no nos excluye del deber de asumir responsabilidades como argentinos. El sistema energético nacional está en bancarrota, hecho que nos afecta a todos. Basta leer el contundente informe sobre el tema del Auditor General de la Nación Dr. Leandro Despouy presentado en Diciembre pasado en el Congreso de la Nación. Ese informe debe ser tratado de inmediato en el Parlamento, debe ser exigida la renuncia de los responsables y se debe designar funcionarios competentes en su reemplazo.
LAS REDES DE TRANSMISIÓN DE ENERGÍA Y DEMÁS ELEMENTOS DESTINADOS A ESE PROPÓSITO, DEBEN SER CONTROLADOS POR LA CIUDAD DE BUENOS AIRES Y SACADOS DE LA ÓRBITA NACIONAL.
La única solución a corto plazo que vemos posible es que se convoque de urgencia a las Cámaras del Congreso y se reorganice la situación legal de la distribución de la energía modificando la ley 25.588 con referencia concreta a la Capital de la República, desde donde se produzca energía eléctrica hasta el consumidor de la misma. El artículo 129 de la Constitución Nacional no prohibe que la Ciudad sea propietaria o por lo menos controle el funcionamiento de las redes que provean de energía eléctrica al territorio capitalino. Estas redes y las empresas que sean propietarias de aquellas o a cargo de la distribución de energía, deben estar bajo el contralor exclusivo de las autoridades de la Ciudad Autónoma entregándoles los fondos de rigor. Si ese contralor sigue en manos nacionales, cualquiera sea el grado de su ingerencia, nos vamos a quedar completamente a oscuras, sin agua y sin poder vivir civilizadamente como actualmente les pasa a muchos.
ALEECIONADOR INFORME DEL PRESIDENTE DE LA AUDITORÍA GENERAL DE LA NACIÓN DR. LEANDRO DESPOUY SOBRE LA SITUACIÓN ENÉRGÉTICA NACIONAL Y QUE DEMUESTRA LA NECESIDAD IMPERIOSA QUE EL TRASPASO QUE SE PROPONE A LA ÓRBITA DELA CIUDAD AUTÓNOMA, SE MATERIALICE A CORTO PLAZO.
El Dr. Despouy fue designado por la reforma constitucional de 1994 que dispuso que el presidente de la AUDITORÍA GENERAL DE LA NACIÓN debía ser designado a propuesta del partido político de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso. Esta designación fue un acierto de la Unión Cívica Radical. El autor de este artículo es dirigente conservador y no es radical, pero el mérito no tiene partido.
Se tratarán a continuación las cuestiones que se consideran más esenciales del informe del Dr. Despouy y que justifican que el Estado Nacional no deba tener nada que ver con la transmisión de la energía eléctrica en nuestra ciudad. En general hemos reproducido textualmente el informe, dada su importancia científica e institucional.
Antes de entrar en materia del informe propiamente dicho debemos recalcar un hecho gravísimo contra las instituciones republicanas que llevó a cabo la mayoría “expropiadora” de ambas Cámaras del Congreso, hecho que el Dr. Despouy destaca varias veces: Que la ley de expropiación de las acciones de YPF excluyó a esta empresa del contralor de la Auditoría General de la Nación. En el parecer del autor de este artículo es una norma contra la República.

Informe Despouy:

a) La Argentina perdió el autoabastecimiento energético en 2011 que había alcanzado en 1989, lo que lo ha transformado en un país dependiente y vulnerable. En 2006 teníamos un saldo comercial positivo en 570millones de dólares. Este año 2013 importaremos en el sector energético por 7000 millones de dólares.
b) Desde 1998 a hoy la producción de petróleo ha disminuido en un 33%. La de gas ha disminuido desde 2004 en un 16%.
c) La producción de un combustible no renovable está directamente vinculado a las reservas comprobadas que se tengan. Dicho en otros términos si se produce más combustible que el petróleo que se ha descubierto, se puede predecir el momento en que ese vital elemento se va a extinguir.
d) La Auditoría General de la Nación detectó que el Estado no sanciona a los concesionarios de explotación de hidrocarburos por incumplir con las inversiones comprometidas, no controla eficazmente la producción, ni actualiza el canon que deben de pagar los concesionarios ni liquida las regalías que hay que pagar a los propietarios de las tierras.
e) Para que se tenga una idea del desbarajuste de la política energética lo que se paga por el gas que se importa de Bolivia, mas que duplica lo que se le paga al productor local.
f) En 2007 o sean 6 años atrás la Auditoria General de la Nación advirtió que había que invertir al menos 4000 millones de dólares anuales durante una década para revertir la caída productiva y evitar la dependencia de importaciones. El énfasis se puso en el gas por ser el componente principal de la matriz energética argentina. El resultado de lo poco o nada hecho es que las reservas comprobadas de gas son hoy la mitad de las que había en 2001 lo que lleva a concluir que estamos consumiendo el inventario de recursos naturales sin reponerlos de manera sustentable.
g) En el medio centenar de auditorías conducidas por la AGN entre 2002 y 2013, hay reiteradas alertas sobre falta de planificación e ineficacia del Estado en asegurar las inversiones necesarias para que el sector energético acompañe el crecimiento económico y poblacional.
h) En lo que concierne a la “inclusión social” nos vemos obligados a señalar que el gas licuado (la popular garrafa) cuesta el 577% que el gas de consumo domiciliario… o sea que según el autor de este comentario, que los mas pobres son cada vez más… y más pobres.
i) En materia de producción eléctrica la obras públicas anunciadas están muy atrasadas. Las represas sobre el Río Santa Cruz, si consiguieran financiación, podrían esta en condiciones de producir recién en la próxima década. En cuento a la represa Yacyretá, desde fines de los 90 a hoy solo se ha ampliado moderadamente su producción hidroeléctrica. Una central importante de combustible tradicional se construye en Río Turbio, pero el proyecto exige un crecimiento todavía poco probable, de la producción de carbón mineral en el yacimiento de esa localidad del sur argentino. Atucha II, la nueva central nuclear, sigue esperando para su puesta en operaciones y debieron postergarse los proyectos de extensión de vida útil de las dos existentes (Atucha I y Embalse de Río Tercero). Las nuevas energías alternativas, como la eólica y la solar, pueden caracterizarse, por su escaso aporte, como explotaciones experimentales con costas inciertos.
j) Un nuevo tipo de reservorios de combustibles atrapados en rocas sedimentarias, los llamados shale oil y shale gas, podrían augurar un cambio en el largo plazo, puesto que la búsqueda de nuevas fuentes tradicionales en cuencas no debidamente exploradas como la del Mar Argentino tendría resultados muy inciertos. Y queda mucho por analizar respecto de la potencialidad de los biocombustibles en la Argentina.
k) Incremento no justificado de los costos de construcción de obras.
El autor del informe trata en este acápite distintas obras cuyos costos no se compadecen con los hechos. Lo vamos a transcribir textualmente: La práctica irregular de adjudicar las obras sin tener como tope máximo un precio determinado con anterioridad al proceso licitatorio se inaugura precisamente con la obra LEAT 500 KV Puerto Madryn-Pico Truncado, y en la Auditoría Específica se comprueba la existencia de sobreprecios no justificados a que aluden los párrafos anteriores.
l) Importación de combustibles de Venezuela con sobreprecios: Aquí va el original textual: Del cotejo de los valores por las características de las operaciones bajo modalidad DES con entrega y recepción en bodega del buque transportador en puerto de destino) surgió un premio o sobreprecio de más de U$S 4,69 por barril.
LOS ACÁPITES QUE HEMOS RECORRIDO JUNTOS EN EL LARGO PÁRRAFO PRECEDENTE NO SON EL INFORME INTEGRO DEL DR. DESPOUY CUYA LECTURA COMPLETA ES INSUSTITUÍBLE COMO SU DEBATE URGENTE EN LAS CÁMARAS DEL CONGRESO, PERO DEMUESTRA QUE LA DISTRIBUCIÓN DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA EN LA CAPITAL DE LA REPÚBLICA, NO PUEDE QUEDAR EN LAS MANOS EN QUE ACTUALMENTE ESTÁ. ADEMÁS LOS HECHOS CONCRETOS LO DEMUESTRAN.
El problema energético argentino es más vasto que lo visto mas arriba e incluye el ahorro de combustible sustituyendo los medios de transporte por otros más económicos, pero queda esbozada la inmensa tarea que tenemos por delante. Como diría el General Manuel Savio: “Lo importante es no demorar más”.

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